Quedan cinco jornadas para la conclusión de la liga regular en Tercera Federación y los equipos buscan denodadamente su mejor posicionamiento. Para ello, todos los clubes están realizando los últimos movimientos que permite el reglamento y tratan de dar su mejor versión para saldar errores anteriores o confirmar la línea seguida.
Y el próximo rival del conjunto caspolino podríamos decir que es el máximo exponente de la regularidad en el campeonato de la regularidad. El CD.Robres no sobresale en nada (ni es el máximo goleador, ni quien menos goles ha encajado, ni el que más puntos ha sacado en casa o fuera de su campo) pero es quien comanda la clasificación y con una segunda vuelta espectacular (de diez partidos, seis entre el primero y el segundo clasificado).
Datos que refieren la compleja situación por la que pasa el conjunto robresino que podría conjurar la máxima paradoja del mundo del fútbol competitivo: quedar campeón y descender de categoría.
Por su parte el CD.Caspe, llega al partido tras una semana más plácida de lo habitual después de jugar en casa, pero teniendo en la mente las diferencias que le separan con su rival. Los caspolinos son décimo terceros con veintiocho puntos, es decir, veinte menos que su adversario.
En cuanto a los precedentes, CD.Robres y CD.Caspe se han enfrentado en doce ocasiones en tierras monegrinas, de las que tres concluyeron con victoria visitante y nueve local, sin empates.
El primer partido data de la temporada 75/76 y el último, se disputó el año pasado con ventaja final favorable a los bajoaragoneses por uno a dos, goles de Sorbe y Escuín.